
No. No estoy escribiendo una de mis reflexiones ni ninguna prosa poética, lo que estoy escribiendo es lo que me está sucediendo y, como siempre soy muy franca con vosotros, quiero exponerlo.
Hacía ya dias que me sentía muy cansada, con un gran agotamiento y el contestar comentarios era como tener que subir una montaña y aquí es cuando viene el título del post:"Cuando habla el cuerpo". Y mi cuerpo ha hablado y el miércoles por la noche aparecí con fiebre alta, taquicardia y faringitis y no me encuentro bien.
Sé que necesito tomarme las cosas de otra manera pero es que recibir vuestros comentarios y visitas me llenan de vida porque no son solamente letras, y para mí, como le decía el otro día a Sor Cecilia en un correo, sois algo más que un poema, una reflexión, una prosa, sois personas a las que he ido conociendo, cada una con su historia, con sus preocupaciones, con sus alegrías y que yo comparto.
Se me vienen muchos nombres a mi mente y sonrío con cariño al evocarlos. Se ha creado una empatía, incluso cuando nuestra forma de ver la vida sea diferente y no quiero perderos, pero tampoco quiero que mi blog se convierta en algo diferente de cuando lo creé. Se creó con ilusión y con el placer de escribir y compartir y no quiero que eso cambie.
Iré comentando a medida que pueda con el cariño que os mereceis desde siempre. Más no puedo hacer, pero quiero que sepais que Malena, tanto si recibe comentarios o no, siempre estará para vosotros con los brazos abiertos.
Brisas de mi tierra africana y besos llenos de cariño.
Malena