A través de mi mirada: Ceuta I

( En primer plano, yo, y detrás la montaña que llamamos "La Mujer muerta". El Yebel Musa o el dios Atlante de la mitología).

La ciudad en la que nací, la llamada "Perla del Mediterráneo", hace honor al título porque sus calles limpias y llenas de flores relucen protegidas por las siete colinas que le dieron su nombre: Septem.

Esta ciudad-mi ciudad- está bañada por el Mar Mediterráneo y por el Oceáno Atlántico.

Hacía tres años que no iba y aunque la llevo en un rinconcito de mi alma, al irse acercando el Ferry a su costa, mi corazón empezó a latir de diferente forma. Mis montañas: La Mujer Muerta (el Yebel Musa) y el Monte Hacho me saludaban y el sol no queriendo permanecer ajeno a esa bienvenida, se reflejaba en las doradas cúpulas de la Catedral.

Todo me era familiar. Cada edificio que se recortaba sobre el cielo africano, intensamente azul, me hablaba de sus vivencias. Mi Ceuta, la ciudad de las cuatro culturas (hebrea, indú, musulmana y cristiana) que conviven en perfecta armonía, me daba la bienvenida y sus aguas, al chocar contra las rocas iban diciéndome en un lenguaje que yo solamente podía escuchar:

-Ya estás aquí...

-Ya estás aquí...

Y Malena se hizo una con los montes, con el mar, con la brisa marina, con las gaviotas que volaban sobre las pequeñas barcas de pesca porque...¡Estaba en Ceuta!

Malena

Es bueno recordar. (Mi perfil).

El otro día a raiz de un comentario de mi buen amigo Emilio Manuel, surgió el hablar de lo que tengo escrito en mi perfil y la verdad es que ya lo había olvidado y muy mal hecho, porque en esas líneas está condensado lo que soy , para bien o para mal, pero esa es Malena, una bloguera que nació a este mundo con muchas ilusiones y las sigue teniendo, por eso he querido hacer hoy un post con esas letras de mi perfil para recordármelo a mí misma por si algún día pierdo mi Norte.

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Mi vida está basada en tres verbos: Amar, luchar y soñar.

Amar: A la familia en cuyo seno nací, a la familia que formé, a mis amigos y a todo ser viviente que lo necesitara.

Luchar: Porque creo firmemente que la vida es una lucha en la que tienes que ir superando y derribando obstáculos y que esa superación te hace cada vez más fuerte y más comprensivo con los demás.

Soñar: Porque la lucha no tiene ningún sentido sino hay unos sueños y unas esperanzas detrás que te den aliento para seguir adelante. Porque los sueños son altos en el camino que te hacen ver que existe belleza y gozar de ella.

Amar, luchar y soñar son los tres pilares de mi vida. Sin amor no puedo vivir. Sin los sueños tampoco y la lucha es lo que me hace valorar el amor y los sueños. Esa en un breve resumen, es Malena.

NOTA.- Gracias Emilio Manuel por recordármelo.

Malena

Volviendo a casa.

Fotografía de mi madre en su juventud.

Las ausencias se pueden deber a muchos motivos y la mía estaba más que justificada pues mamá cumplía 100 años. Y allá nos fuimos para estar a su lado y abrazarla, besarla y darle gracias a Dios por habérmela conservado como una rosa que todavía conserva su belleza.

Fue un aniversario muy emotivo. Nuestras manos se enlazaban fuertemente sintiendo como nuestros corazones latían al unísono. Ella sonreía a todo el mundo y sus ojos grandes y alegres expresaban su emoción, aunque también - yo, que la conozco-,sé que había en su alma una gran ausencia: ¡papá!.

La miraba a ella cuando fue a comulgar sintiendo íntimamente que él la acompañaba y sentí su presencia, notando como nos abrazaba a las dos y no pude evitar que se me escaparan unas lágrimas.

Quiero ofreceros un escrito que le dediqué pero que nunca se lo leí y creo que es el momento de que ella lo lea.

¡Felicidades mamá! ¡Que Dios te bendiga!

MIRANDO A MI MADRE

Me asomo al balcón para mirarla. Sus pasos lentos van dejando huellas en el suelo de la acera mojada. Andares pausados del que le pesan los años, del que le pesa la vida.

Hombros vencidos por los sinsabores que dejó el tiempo en su cuerpo y en su alma.

Se vá alejando cansada, pero vuelve su pequeño cuerpo y con una mano apoyada en el bastón, se suelta del brazo que la proteje y levanta la otra diciéndome adiós con una sonrisa en su mirada.

Diciéndome adiós como cuando de pequeña se asomaba a la ventana para decirme adiós cuando para la escuela yo me alejaba .

El tiempo pasa y su cuerpo pide cada vez más que se la proteja, al mismo tiempo que saca fuerzas como para decir:Soy fuerte, apóyate en mí y cuéntame tus cosas como cuando eras niña.

Hoy la he visto cuando se alejaba, cansada, bastón en la mano y sonrisa en la mirada.

¡Dios mío,una rosa y un beso por cada una de sus canas!

Malena

NOTA.- Iré pasando a saludaros y a daros las gracias por recordarme.Os echaba en falta.A los que salgais ahora de vacaciones, disfrutad y sobre todo cuidaos.