Ceuta

Nací en Ceuta (Africa),una mañana del mes de mayo en esa ciudad tan española,tan llena de luz y tan marinera.Una mañana cuando el olor de las flores inundaba los jardines de San Amaro y los de la Argentina.

Una mañana en la que el olor a salitre se paseaba por el Paseo de las Palmeras y el mar acariciaba la muralla de la Marina. Cuando las campanas de San Francisco anunciaban que el nuevo día había comenzado y las gaviotas chillaban por encima de los barcos que entraban por la bocana entre el muelle de la Puntilla y el del Cañonero Dato. La imagen del Monte Hacho se recortaba saludando de lejos a La Mujer muerta,el Yebel Musa, el Atlante dormido de la mitología.

¿Se puede encontrar un lugar más bello para nacer?

Allí encontré el amor de mi vida que acompaña mis pasos desde que Cupido nos lanzó aquellas benditas flechas que nos unieron para siempre y aunque el destino me alejó de esa querida tierra, a ella volvemos con nuestros hijos para bebernos su aire, su cielo, sus gentes.

Nacida en Africa, así se llama este blog y ese es el título que llevo con orgullo grabado en mi alma.

MALENA

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lunes, 28 de febrero de 2011

Para tí...amiga mía.


Mi querida amiga: He salido a pasear por el parque pues necesitaba poner en orden algunos de mis pensamientos y mientras paseaba me ha venido tu imagen y he pensado en tí con dolor.


Ayer por la noche me hablabas de que a fuerza de golpes la vida te ha hecho más fuerte pero tu voz era una mezcla de tristeza y cansancio que querías disimular con un tono de decisión, y yo me sentía impotente porque lo único que está en mi mano debido a la distancia es darte mi cariño y mi comprensión, pero me rebelo contra la situación en que te ha colocado la vida.


Una vida injusta que no te mereces porque miras siempre de frente, sin doblez, porque entregas tu corazón, porque perdonas, porque lo único que buscas porque te la han quitado, es tener paz en tu corazón.Es sentir que puedes apoyarte en alguien más fuerte que tú y sentirte arropada, comprendida y mimada.


Y yo cada vez me rebelo más contra una vida que sonríe muchas veces al que no se lo merece, al que desprecia la vida de los demás.


Me dices que a pesar de todo necesitas creer en las hadas y en que esto cambiará y yo rezo para que llegue ese cambio porque necesito egoistamente verte feliz y saber que estás caminando por donde tú quieres y que las sorpresas que te lleguen sean siempre para hacerte sonreir.


Sé que en estos momentos no ves ese camino pero yo estoy segura de que tiene que aparecer. ¿Cúando? me preguntas. Y yo te respondo que si dependiera de mí te iria quitando la maleza que lo tapa.


No pierdas el derecho que tiene todo ser humano a soñar y sigue adelante. No decaigas. Sabes que desde la distancia mis brazos te sostienen.



Malena


Dedicado a mi amiga Sherezade del blog"Déjame que te cuente mis secretos".

viernes, 25 de febrero de 2011

Alma de pájaro.


Es un hombre joven más que cumple sus obligaciones cotidianas. Un trabajo que le absorve, unas preocupaciones que le rondan por la cabeza y que debe resolver. Un hombre joven como tantos, que camina con decisión abriéndose paso en la vida.


Tiene ojos soñadores y alma de pájaro. Sus sueños van y vienen volando por el aire. Le vence el cansancio pero cierra los ojos e intenta pensar que ya es fin de semana...


"Torre de control: Aquí eco charlie delta delta kilo, pidiendo permiso para despegar. Destino: La Cerdanya".


Se eleva con decisión. Le han salido alas y su alma se va expandiendo ante la visión de las cumbres. Prados verdes se extienden en el suelo y el ganado pace tranquilamente. Una paz se enseñorea en el ambiente.


Tierra y cielo se unen en una atrayente sinfonía. Nubes que adoptan formas suaves que acarician el pensamiento. Y se siente fuerte. Se siente dueño y señor de los aires y sonríe.


Comprueba los instrumentos de vuelo.Todo está correcto. Todo controlado.


La Cerdanya está a sus pies y observa a vista de pájaro, los tejados de pizarra de aquellas casas de madera. El sol lanza sus rayos haciendo resaltar los diferentes tonos de verde del paisaje, y él, que ama la belleza, suspira con un suspiro de felicidad.


Atrás quedan las preocupaciones. Ahora sólo están el cielo, la naturaleza y este joven piloto que cada fin de semana, con la sonrisa en los labios, surca como un pájaro más los aires, cambiando los brazos por alas".


Dedicado a mi hijo mayor.



Malena

domingo, 20 de febrero de 2011

Acariciando mi alma.


No. No soy una niña que viva siempre inmersa en los sueños corriendo detrás de las hadas. Sé que no siempre las noches de luna llena son mágicas. Sé que el exceso de hojas en el suelo, producen suciedad.Sé lo que son los fracasos. Lo que son las lágrimas. Lo que es el sufrimiento por las personas que quieres.Sé que para conseguir cosas en la vida, tienes que luchar. Qué no se te dá todo por añadidura y que a veces el corazón duele con una intensidad que te puede hacer trastornar.



Que la vida es una constante lucha. Que todos tus actos son la consecuencia del ensayo- error y que de ellos vas tomando experiencia y haciéndote en la medida más fuerte, pero dejando unas muescas profundamente señaladas en tu interior.Sé muy bien todo eso. Lo siento en mí y soy consciente de ello. Pero precisamente porque la vida es así, no quiero consentir que a esa niña interior de la que hablaba el otro día, le hagan daño.



Por eso cuando llegan momentos de este tipo, suena la señal de alarma y surge una cortina de tela muy recia que me la separa de la realidad, que la aislan para que el sufrimiento no llegue a ella y es entonces cuando empiezan las caricias del alma.


Me obligo a desconectarme y oigo música que arrulla, que te hace sentirte bien.Mi imaginación crea miles de sueños locos en los que las personas se entregan a las que las necesitan, pero en una entrega total. Sin condiciones. Pidiendo en todo caso, algo de cariño. Nada más.Y surgen hadas que te protegen y seres fantásticos con poderes para hacer el bien.


Construyo un mundo que en esos momentos necesito creer que existe y existe porque lo exige mi corazón. Porque nadie debe hacer daño al alma,la parte más vulnerable de nuestro ser.La que es capaz de hacer mil locuras benditas que nos ennoblecen.


Por eso, cada noche, cansada por lo que nos presenta cada día la vida, yo... acaricio mi alma.
Malena

martes, 15 de febrero de 2011

A propósito de ...la esperanza.


Hace unos días leyendo un libro que había caído en mis manos, me quedé bastante sorprendida porque hablando el autor sobre la esperanza, llegaba a la conclusión de que no debemos buscar la belleza de las cosas porque es una droga dura que nos hace perder el sentido de la realidad y no nos deja poner los pies en el suelo.


Realmente me dejó sorprendida y sobre todo indignada. No sólo porque iba en contra de mis principios, sino porque siento dentro de mí que una de nuestras obligaciones es buscar el lado positivo de las cosas e indudablemente buscar la belleza que nos rodea y que no siempre sabemos hallar aunque esté junto a nosotros.


¿Droga dura? Ya sabemos en que mundo vivimos y bien se encargan los medios de comunicación de mostrarnos cada día los aspectos negativos de la condición humana, como si mostrar ejemplos de solidaridad no vendiera, como si no nos interesara y así manipular nuestras mentes para que piensen que todo lo que nos rodea es malo y que no merece la pena tender la mano al amigo o al enemigo, Es igual.


Yo reclamo y defiendo el buscar la belleza de las cosas, del interior de las personas.


Reclamo el sentir emocionarme con un poema, con una melodía, con el canto que emite, sin ser oida, la Madre Naturaleza.


Los problemas desgraciadamente vienen solos, sin que nadie los llame, pero para contrarestarlos, nada mejor que sentir como entra por nuestros sentidos la belleza. Esa belleza que poco a poco nos ensancha el corazón abriendo de par en par las puertas a la esperanza.


Malena

viernes, 11 de febrero de 2011

Camina compañero.


Vamos, compañero... ya se hizo de noche. Atravesemos el rio y busquemos el mar que a lo lejos, con sus olas de espuma nos espera.Dejaré sueltas tus riendas. Camina a mi lado, despacio...levantando tus patas.¡Así! con elegancia,con alegría.Como el que pisa con seguridad, sabiendo que este camino nos conduce a algo increiblemente bello.


Camina, mi fiel compañero. Hago más lento mi paso. No por cansancio, por embeleso. Miro las estrellas y sueño... y sonrío... y tú con tu cabeza me empujas suavemente. Todavía es largo el camino...


Te acaricio la testuz y me devuelves la caricia.Tu pelaje tan blanco destaca bajo la luz de la luna, mientras tus crines bailan con el viento, al son de melodías no inventadas todavía.


Caminamos entre las jaras y nos acompañan mil voces de la noche. Cierro los ojos y le imagino...el camino así se me hace más llevadero.


Y allá, a lo lejos, en la playa,en donde él y yo pusimos a las estrellas sus nombres, en donde el reflejo de la luna sobre el mar se hace más plateado , allá se alza una jaima, en donde él y yo, sin testigos,conjugamos el verbo amar cada noche.


¡Trota ya, mi fiel compañero!



Malena

jueves, 10 de febrero de 2011

Confesiones ante el mar.


Ven. Vamos a aprovechar este invernal día de playa y pongámonos como cuando éramos jovencitas: en la arena, tu espalda contra la mía. Mirando hacia sitios opuestos pero compartiendo los más sinceros sentimientos, nuestros entonces "grandes" problemas.
Problemas que desaparecían después de esas confesiones y juntas íbamos a comernos el mundo.


Mi gran amiga. Mi hermanita. Hemos estado muchos años sin vernos, sin saber la una de la otra y ahora el destino nos ha regalado el volvernos a encontrar.

Nuestros corazones siguen como en la adolescencia y no nos hemos extrañado.

Ha sido como las palabras de Fray Luis de León: "Decíamos ayer". Sí, decíamos ayer, después de treinta años, y tus brazos y los míos se abrieron y se fundieron en un abrazo nervioso para mirarnos fijamente nuestros rostros, para intentar adivinar como habían sido esos años. Para observar si la vida había dejado surcos en nuestras almas.


Por eso ahora hemos ido, como antiguamente, a la playa y bajo esos rayos de sol del mes de enero, tu espalda contra mi espalda y nuestros corazones también, como antiguamente, se han puesto a confesarse.


¡Qué distinta la vida de como la imaginábamos! ¿Verdad? No todo eran alegrías. Nadie nos habló de que también existían penas y a base de sacar fuerzas las tuvimos que superar.


Que los padres no son para siempre. Que encuentras durante ese recorrido a muchas personas. Unas te harán bien y otras te manipularán. Que la manipulación hace daño pero que afortunadamente, hemos encontrado unas manos fuertes a las que nos hemos cogido para compartir el camino de la vida.


Que maduras. Que tienes miles de vivencias, unas agradables y otras no. Que te conviertes en madre y vives para esos hijos. Y que das la vida por ellos. Y que del aprendizaje que les das, unos aprueban la asignatura y a otros les cuesta más.


Quédate así, en esa postura porque así podrán salir mis lágrimas. Las lágrimas que sólo puedes derramar junto a una amiga. Lágrimas de niña que se asustó y lágrimas de mujer que se ha enfrentado a la vida.


Seguimos recibiendo golpes y alegrías pero somos más fuertes y en nuestro corazón siguen vivos la esperanza, los sueños y la alegría de vivir.


Gracias mi hermanita por estar ahí. Por saber escuchar en silencio y comprenderme. Por saber que los años no han podido con nuestra amistad y que al mirarnos, seguimos sabiendo que podemos contar la una con la otra.

Malena
(Para mi amiga-hermana Pilar Escriña)

viernes, 4 de febrero de 2011

Despertar.


Sé que estaba dormida porque una pequeña claridad me hizo abrir los ojos. Estiré mis músculos con placer y me quedé mirando fijamente al techo, dándome una oportunidad para situarme en el espacio y en el tiempo.



Todo estaba bien. Era un sábado a mediados del mes de mayo y sabiendo que no tenía prisa, saboreé el quedarme remoloneando en la cama.La colcha había resbalado durante la noche y sólo la ligera sábana me cubría.



Miré hacia la ventana con indolencia y sentí como la brisa del mar entraba por ella jugando con la cortina pausadamente, como en un baile, como en un cortejo nupcial.



El sol iba saliendo con la seguridad que le daba el repetir su camino día tras día y entonces me volví y allí estaba él. No era una sorpresa. Eran ya muchos años quedándonos dormidos juntos en un abrazo o simplemente con nuestros pies enlazados. Pero aquella mañana, al verlo reposadamente dormir a mi lado, me hizo enternecer. Su pelo revuelto y su respirar sereno, como de niño bueno, me hizo redescubrirlo.



Le acaricié suavemente el pelo y deposité un ligero beso en sus párpados. Abrió sus ojos y me sonrió sorprendido.



Me levanté y fui hacia la ventana, buscando la inmensidad del mar que se desplegaba ante mi vista y me llamaba con el sonido de sus olas al romper.


El sol seguía saliendo y las gaviotas ascendían y bajaban en picado recordándome a Juan Salvador Gaviota. Las agujas de los pinos se balanceaban, dejando escapar su olor mezclado con resina y allí ,olvidadizo de que tenía que haber marchado, me miraba fijamente un búho.


Se oía el ruido acompasado de algunas barcas de pescadores que habían puesto ya sus motores rumbo a puerto.



Entonces, noté su aliento en mi pelo y sus brazos me rodearon dándome calor. Éramos dos mudos espectadores, que en un respetuoso silencio, veían renacer la vida, en una mañana a mediados del mes de mayo.



Malena

miércoles, 2 de febrero de 2011

Viaje a mi interior.


Cierro los ojos, junto mis manos y me voy sumergiendo hacia mi interior. Un viaje programado desde hace tiempo pero que he ido aplazando por una causa u otra.Es un lugar amplio, en el que no hay compartimentos.


Veo claridad. Una hermosa claridad que viene dada por miles de estrellas colgadas de hilos invisibles y que se balancean hacia adelante y hacia atrás, mientras se oye una canción que cantan como si fueran alumnas en el coro de una escuela.


Me muevo entre ellas acariciándolas y me responden dejando polvo dorado en mis dedos. Hay una luna que me guiña un ojo invitándome a jugar. Subo saltando de nube en nube y me agarro a su nariz. Me siento en ella y me hace mirar hacia abajo.


Hay grupos de casitas de las que sale humo de sus chimeneas y en la plaza del pueblecito, personajes de cuento danzan y juegan extendiendo sus risas por todo el valle.Duendes que corren detrás de ninfas, caperucitas que persiguen un lobo, siete enanitos corriendo detrás de una bruja que lleva una manzana en su mano y un baile en el que una linda muchacha lleva zapatos de cristal.


En un rincón, una abuelita rodeada de gnomos cuenta cuentos y un poco más allá rivalizando con la abuelita, hay un viejo roble que cuenta historias de hadas en noches de luna llena.


Y allí, sentada encima de la hierba, hay una niña que mira sorprendida y con una sonrisa en sus labios todo lo que va pasando.


Su corazón lleno de inocencia late dulcemente sintiéndose sin darse cuenta, parte de toda aquella escena. Sus manitas refriegan sus ojos para no quedarse dormida, pero la emoción la vence y un hada le cierra suavemente los párpados y la tapa con hojas del bosque.


Y así, sin querer, sin oponerse, la niña que vive en mí interior, cansada del viaje, cerró los ojos.



Malena

martes, 1 de febrero de 2011

Una mente en blanco.


Erase una vez una mente en blanco a la que no llegaban ideas.Era tan plana como su vida.Tan vacía como su universo.


Solamente las arañas se habían atrevido a instalar sus sedosas redes,que se extendían por todo aquel espacio, dando algún sentido a aquella vacuidad.


Ni paz, ni alegría, ni dolor, ni miseria, ni esperanza, habían tomado nunca posesión de aquel espacio inerte.


Estaba sola,aislada de cualquier fenómeno que indicara una mínima existencia de emoción.Pero...existía.Producía la energía mínima necesaria que se encargaba de mantener sus constantes vitales.


Y...por no pensar, nunca llegó a ella la información de que paralelamente, existía otro mundo mayor que ella. donde las ideas se entrecruzaban y formaban una extensa red de palabras.


Palabras que eran reflejos de sentimientos, de conocimientos.Ideas que interactuaban.Ideas llenas de vida.


Sin embargo,ajena a aquel mundo desconocido...,aquella mente existía.



Malena